Llega esta hora y mi corazón se rinde
se entrega a los fantasmas oscuros de la noche
se vuelve uno de ellos
y gime por los huecos, y gime por las alcantarillas,
y gime acodado a árboles que se han muerto
Llega esta hora y mis latidos parecen el repiqueteo de un ejército
que avanza hacia una guerra sin deseos
y toda yo, no es más que una sombra del día
que se mira en el espejo de su melancolía
Llega esta hora infame en que me apago con el día
En que mi soledad me latiga y me hundo en un pozo de espinas
Llega esta hora maldita
y duele hasta haber nacido
saberse tan vulnerable
Tan perdida
Tan ajena de la tierra
Tan inerme a la muerte de la noche y sus heridas.
AURORA BOREAL/SILVIA M CORONEL
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