PIRÁMIDES

Terremoto no anunciado hijo del hambre y la sed
no fueron suficientes las piedras
el ogro quebró huesos, desgarró piel
tomó sangre del cáliz de los pequeños cuerpos
vomitó soles y lunas
milagro de pesadilla de escombros
el niño latió bajo el polvo
resto salvado de un diluvio de cuchillos
hoy barniza pasamanos abre puertas
riega pastizales con sus manos y su boca
besa la muerte y la olvida
ya no se queja,
planta sus semillas encontradas en un pozo
soleada tierra recuperada
dolor de músculos
dorado precio
para un cielo pleno de flores
ya sin cortinas de espanto inmerecido.


Silvia martínez coronel
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