Viajo por dentro de mí, lentamente
voy recorriendo laberintos que me lleven a casa
las curvas son muchas, las esquinas varias
a veces me detengo,
no llevo prisa
mientras siga mi marcha luego,
han valido la pena,los minutos ganados
en suspender mis pasos
seguro luego cobro brío, y hasta voy a los saltos
mis pies más firmes, van avanzando
y mientras,contemplo el paisaje, con ventanas y puentes
escaleras, puertas, techos, altos y bajos, pisos combos y lisos
a veces me sorprende arena movediza,
y me tomo de alguna rama para salir con vida
me siento en algún banco y me acaricia el sol
a veces llueve copiosamente
y no encuentro resguardo
pero mojada sigo, ya se secará mi ropa
mientras busque la salida, es lo que menos importa.
No hay prisa, y no me gusta apurarme
no sea que me pierda, de parte del paisaje
no sea que no vea alguna puerta
que me apetezca cruzar
o alguna ventana por dónde, ir a volar
luego ya volveré al camino, cuando haya que volver,
y seguiré mi marcha como tenga que ser
de ojos abiertos o cerrados
de puño o de mano extendida
caminando o arrastrándome,
doblando las esquinas
buscando las llaves que abran todas las puertas
dejando equipaje...aliviando mi carga
si paso por tu casa,estudiaré varias veces,
si llamo, o si sigo mi camino, sin siquiera nombrarte.
No es lo que importa cuanto tiempo me lleve
mientras siga mi marcha por mis rutas sedientas
llevo agua y pañuelos
bastas y te quieros
llevo mis brazos abiertos
y un inextinguible incendio
llevo palabras, dados, y silencios
llevo trampas para ratones
y manzanas jugosas
me llevo, y voy conmigo
haciendo pactos de sangre
cada vez más tranquila
más segura de por donde voy
para en este laberinto
llegar un día entera, a ser todas las que soy.
sivia martínez coronel (aurora boreal)
todos los derchos reservados
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