A los huevos de la ratonera le han nacido serpientes
no hay sol que la alumbre
la oscuridad la posee
no hay forma alguna
de hacer crecer lo que no crece
Tierra baldía, desierto sin oasis
así eres, y en los huecos de tu desencanto, ya nada florece
hoy mía en mi tierra labrada
arada con bueyes
veo nacer los manzanos
y la luz de la tarde los toca apenas con su caricia somnolienta
dejo mi ventana abierta
me lleno los pulmones de aire
necesito limpiar hasta el último vestigio del recorrido de la muerte
no hay vacío bajo mis pies
tampoco tierra firme
pero me muevo con soltura en paso de baile
por sobre los añejos escombros de tantos nombres
cierro los ojos, reviso los recuerdos
y los hallo afanosos arreglando sus cajones
guardando todo en carpetas con cerrojos inviolables
nada hay de ti
ni el asombro de que hayas estado
en mis muros dibujé mi sombra para no olvidarlo
miro mi nuevo techo, está estrellado
no hay nubes que disfracen la miseria de los trapos viejos, añejados
sólo un estallido, me hace recordar que hoy es Jueves
y que puedo darme el permiso de dudar antes de que llegue el Viernes
En el Sábado aguardaré mi gloria matando los demonios que aún queden
y al Domingo llegaré desnuda, sobre el manto de mi cuerpo
sin cicatrices.
Ya nada duele.
de silvia martínez coronel(aurora boreal)
derechos de autor registrados.
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