entregada al displacer de esta no brisa no pájaros
no día no noche
no alegría
no
deseos de gritar
que me desaten las manos
ay! cómo extraño el sí
tus ojos
mi ilusión
mi caminar ocupando toda la acera
la esquina aquella
pero no
en este cuarto construí mi casa
en esta agua seca transcurre mi día seco
tecleando, buscando sin buscar, algún milagro
que me levante de esta silla
y me lleve en andas más allá de mí misma
y me desnude bajo un sol que un día gocé
me bañe en un mar
que un día disfruté
me seque las lágrimas
que un día no tuve…
me haga bailar
como un día bailé
me devuelva aquella intensidad
que compartía con los dioses
aquella felinidad
que envidiaban las panteras
aquella belleza
que envidiaban las estrellas
pero estoy
en este no día
cayendo la no tarde
yendo a la no noche
escribiendo estas palabras
en este teclado
que es lo único verdadero
en este no mundo
de mi no cuarto.
de silvia martínez coronel
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