DESPALABRADO

Me dueles en un pliegue de mi boca
si estornudo seguro varias partículas de amor se dispersarán en el aire como estrellas luminosas
no hay frío en el centro del magma de mi corazón
ahí vives, desde ahí tejes cada segundo que me alimenta
sé que las palabras son el verdadero infierno y el paraíso
que te hacen la vida y te la deshacen
y que el día a día sea de hielo o de fuego o de ceniza
yo he ganado y perdido muchas cosas que venían envueltas en palabras
disfrazadas de las palabras que no eran, desnudas de palabras, exuberantes de palabras, con palabras espejo, con palabras palabras
no me dan miedo, sé que son la vida y la muerte al mismo tiempo, te amo, te odio, hola, adiós, quédate, no vuelvas, ha nacido, ha muerto.
he nacido y he muerto desde el centro de tu cuerpo
desde el centro de tu boca
desde el centro de tus dedos
el silencio, también es una palabra
es la mejor manera de irse
suenan las campanadas
los pájaros seguro se desparraman asustados
buscarán algún árbol, prominencia cercana
y callarán su canto por un rato
me dueles en un pliegue de la boca, dije, pero no es cierto
me dueles en el cuerpo entero, en un botón de la camisa, en el ladrido del perro del vecino, en la nube blanca, en la miga del piso, en las arañas que penden de su telas
en el día de mañana, en el espacio donde no cabe el llanto, y en todas las palabras
me da igual tu enojo, o tu rabia, tu impotencia, tu amor acorralado por luciérnagas que murieron antes de que nacieras
me da igual que extrañarte sea una vela rota en el medio de un mar sin orillas y sin arena en el borde de un abismo que trepa la miseria de los ángeles que le hacen el coro a las lágrimas que nacen de tus ojos y mueren en los míos
tanto da que te diga ahora mismo que te amo
si todas las razones desembocan en el mismo lago de ausencias
dormiré sobre el aire
extenderé mis alas
y cerraré los ojos
que te saben.

silvia martínez coronel
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