No me acuerdo su nombre
madre joven la arrastraban
su sangre hacía crecer flores
mientras la apedreaban
la dulce tierra debió apretarla
color marrón
como el viejo árbol
que descolgarlo no pudo
muy estrecho el nudo
que hizo el hombre blanco
dueños son
acarician su suelo
tejen sus tapices
abrazan al hermano cuando cae
callan su lengua
cuando nace de sus bocas
alzan sus manos
para llorar su bronca
el beso de ellas
iluminó la plaza,embelleció el mar
pero las vieron
seres sin ojos, látigos del mal
y golpearon su tarde
con su estatua de sal
dicen que fue
dicen que venía
cabello oscuro
hermosa niña
pago de droga atrasado
no conoció la vida
su voz aún late en su piel lacerada
su nombre: Sam...Zam...
que más da...
otros hubo, otros vendrán
mis oídos están sordos
no saben recordar
mis manos las ató el miedo
mi lengua la cosió mi cobardía
por eso
soy el asesino, el ladrón, y la asesina
y esto no es un poema
sino el recuento de mis víctimas.
silvia martínez coronel
derechos reservados
madre joven la arrastraban
su sangre hacía crecer flores
mientras la apedreaban
la dulce tierra debió apretarla
color marrón
como el viejo árbol
que descolgarlo no pudo
muy estrecho el nudo
que hizo el hombre blanco
dueños son
acarician su suelo
tejen sus tapices
abrazan al hermano cuando cae
callan su lengua
cuando nace de sus bocas
alzan sus manos
para llorar su bronca
el beso de ellas
iluminó la plaza,embelleció el mar
pero las vieron
seres sin ojos, látigos del mal
y golpearon su tarde
con su estatua de sal
dicen que fue
dicen que venía
cabello oscuro
hermosa niña
pago de droga atrasado
no conoció la vida
su voz aún late en su piel lacerada
su nombre: Sam...Zam...
que más da...
otros hubo, otros vendrán
mis oídos están sordos
no saben recordar
mis manos las ató el miedo
mi lengua la cosió mi cobardía
por eso
soy el asesino, el ladrón, y la asesina
y esto no es un poema
sino el recuento de mis víctimas.
silvia martínez coronel
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