yo conozco del infierno todas las piezas
hay rojas y hay negras
nadie habla con nadie, y sólo hay un dragón de fuego
no hace nada a nadie, pero da miedo
también hay pasillos amplios con techos lejos del cuerpo
y pozos minados
y muchos espejos
el que manda en ese antro es sordo inválido y ciego
nadie parece verlo
cada uno tiene un cuarto
casi todos eligen los negros
y casi nadie
sale de ellos
pasan casi el día acostados
y se oye un gran silencio
duele la daga en el pecho
sólo gime el de una sala roja
pero nadie va a verlo
a nadie le importa que no haya ventanas
y que no se vea un retazo de cielo
la puerta está abierta
no está prohibido partir
quizá porque saben que nadie sabe como salir
se les obliga, eso sí, a hacer tareas
con un látigo en la espalda
las hacen sin querer hacerlas
algunos caen por el suelo
y se arrastran como serpientes
que buscan su cueva
nadie quiere hacer nada
es un mundo sin espera
todos, lejos de sí mismos
pareciera que navegan
por aquél lugar infinito
donde gobierna la pena.
de silvia martínez coronel(AURORA BOREAL)
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