mis llaves se oxidaron de tanto sentirse viejas
sin asomo de cordura
las puertas deberán ser derribadas
y si no es posible
entraré por alguna ventana, aunque esté lejos
en el patio hay flores sin regar y las tortugas tienen hambre
pero no sé salir de mi desconsuelo
y trepar el aire
deberé aprender el alpinismo de los levitadores
deberé aprender a vomitar puñales
deberé aprender a tolerar el rosado naranja de la tarde
no me culpo por esta ausencia de mí misma
no fui yo quién puso piedra sobre piedra
pero sé que saldré de los escombros
muerta-viva dispuesta a la caricia
me bañaré en la cascada azul de la dicha
y podré transformar esta mueca
en sonrisa.
de Silvia Martínez Coronel(AURORA BOREAL)
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