se debe ser respetuoso con la muerte, ella es tijeras y hormigas
y puede dejar muñones donde hubo dedos
no se la puede nombrar en vano, está en los mandamientos
si se lo hace la alegría puede desbordar los cántaros
con la muerte no se juega, lo debería saber quién ha matado
no se puede matar por impulso, ni por insensatez, o de hadas muertas o dormidas
porque de ella no hay regreso, luego que se la ha nombrado con todas las letras, e incluso no se ha dejado espacio entre las letras.
la muerte lamió tu cara, o tú le lamiste la cara a la muerte, es igual
y después escupiste reflejos quizá te aturdió la luz pero fueron reflejos
no se puede deshacer la matriz hasta matar el hijo y pretender que vuelva…
todo tiene un límite
hasta la paloma de Picasso sabe que es más que un cuadro
que hace rato que escapó del dibujo
y no hay manera de que vuelva a él
hay puñales que sacan la médula
y ésta es irremplazable
aquélla
es igual
que en un sueño roto
se quisiera cultivar un ángel
o devolver el amor a la palabra odio
los niños juegan a la muerte porque no saben
que están muriendo mientras juegan
y por ende
es la muerte la que juega con ellos
siempre fue así y será
hay que tenerle respeto a la muerte
no olvidar
que ella ha acabado con todos los vivos
y hay más, ella no es todo
para peor de los asesinos niños sopla burbujas al lado de la pared recién pintada
sube techos con el aval de los dioses
que lo creen dios y no temen
niños arranca pimpollos que toman sangre con pétalos ante los ojos enamorados
y luego insisten en devolver los pétalos y hacer pimpollo que florezca y lloran
ante los pétalos pegados por una madre ciega de amor como los trompos
nada es para siempre
y le da una varita, prometiéndole que mañana estará viva
pero tarde o temprano, todo detiene su giro
la flor asesinada no puede dormir
le fue matado el sueño de vivir, y cae en pétalos amarillos
pero si sólo fuera la muerte
hemos de morirnos todos, forma parte del contrato
el problema
es que hay una cosa que la sobrevive
y hace un corte en la circularidad del tiempo
es fatal
insobornable e inexorable.
LA MEMORIA.
SILVIA MARTÍNEZ CORONEL
DERECHOS RESERVADOS
si se lo hace la alegría puede desbordar los cántaros
con la muerte no se juega, lo debería saber quién ha matado
no se puede matar por impulso, ni por insensatez, o de hadas muertas o dormidas
porque de ella no hay regreso, luego que se la ha nombrado con todas las letras, e incluso no se ha dejado espacio entre las letras.
la muerte lamió tu cara, o tú le lamiste la cara a la muerte, es igual
y después escupiste reflejos quizá te aturdió la luz pero fueron reflejos
no se puede deshacer la matriz hasta matar el hijo y pretender que vuelva…
todo tiene un límite
hasta la paloma de Picasso sabe que es más que un cuadro
que hace rato que escapó del dibujo
y no hay manera de que vuelva a él
hay puñales que sacan la médula
y ésta es irremplazable
aquélla
es igual
que en un sueño roto
se quisiera cultivar un ángel
o devolver el amor a la palabra odio
los niños juegan a la muerte porque no saben
que están muriendo mientras juegan
y por ende
es la muerte la que juega con ellos
siempre fue así y será
hay que tenerle respeto a la muerte
no olvidar
que ella ha acabado con todos los vivos
y hay más, ella no es todo
para peor de los asesinos niños sopla burbujas al lado de la pared recién pintada
sube techos con el aval de los dioses
que lo creen dios y no temen
niños arranca pimpollos que toman sangre con pétalos ante los ojos enamorados
y luego insisten en devolver los pétalos y hacer pimpollo que florezca y lloran
ante los pétalos pegados por una madre ciega de amor como los trompos
nada es para siempre
y le da una varita, prometiéndole que mañana estará viva
pero tarde o temprano, todo detiene su giro
la flor asesinada no puede dormir
le fue matado el sueño de vivir, y cae en pétalos amarillos
pero si sólo fuera la muerte
hemos de morirnos todos, forma parte del contrato
el problema
es que hay una cosa que la sobrevive
y hace un corte en la circularidad del tiempo
es fatal
insobornable e inexorable.
LA MEMORIA.
SILVIA MARTÍNEZ CORONEL
DERECHOS RESERVADOS
La literatura es el único género que propone la libertad de la muerte... como una penitencia, o quizás venganza del escritor/poeta, impunidad de la conciencia, en cada una de las formas, que el lenguaje, en su función primigenio, como vehículo de una verdad, constituya una verdad para quien la escribe, aunque sea independiente de la verdad del lector. Veraz es la poesía para realizar los ritos funerarios correspondientes a la sepultura del poema, el concepto duelo deja su aroma en éste, sin duda, "se debe ser respetuoso con la muerte", como verdad bien sabida, pero yo no acepto esa tesis, prefiero negociar ante una posible amenaza, por ejemplo en el plano emocional... aunque en el otro plano, el cerebral, somos moribundos. Buen trabajo, POETA.
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