No quiero de lunas detener el ocaso
vaya el silbido de los bueyes por tierras baldías
pasen volando los peces
me sentaré en la vera del río
a mirar de lejos los barquitos de papel
mientras me limo las uñas de este desconcierto
sabiendo que ya no puedo ni quiero saber
tejeré una casa con hojas de limón
mandaré besos de lechuga y espinaca
y abrazos de adoquines, cuando haga falta
haré un hueco en la tierra
para mirar al sol nacer desde el hastío de la esperanza
ya ya ya
todo ha de ir donde deba ir
destornillaré algunos clavos de mi alma
y labraré paredes
dibujaré ventana
me meteré en tus ojos a hurtadillas
caminaré por tus arterias
y me echaré en tu corazón a dormir la siesta
qué bello será soñarte
mientras te vivo!
que hermoso será el agua de tu fuego
el que ya bebimos mañana
ayer me bañaré en el río de los viajeros
y me quedaré a esperarte
mientras nos vemos
leo un libro
aspiro el olor del viento
es otoño y verano
y hay cinco horas que no entiendo
poco importa
mientras me ames
para nada me hace falta el tiempo.
silvia martínez coronel
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