MAL-NACIDOS

 
Infancia llena de ausencia, trapo y tijera 

estar de cartón, y soñar ser muñeca entera
voces que no eran propias, desiertos, pero sin arena
cielo cruzado por cuchillos, ay qué pena qué pena…
carita blanca, ojos tristes, la sonrisa le fue ajena
no conocía el grito dado, ni el llanto que moja la cara
ida,no le estaba permitido cambiar su suerte por otra
Nadie, de su corazón de papel, leyó una sola hoja
cargar con las cadenas, y escuchar música a solas
vestida de princesa, alegremente danzaba…
oasis de su castigo de indiferencia y yapas
que no hace falta contar
ella no estaba
no se miraba al espejo, llevaba dentro el reflejo
el suelo, el frío, el llanto atado, el grito amordazado
hubiera querido escapar, pero se sabía sola
y a pesar de ser nadie temió una nada más loca
a los fuegos que no queman, a los fríos que no congelan
y se quedó con la mano
huérfana, acariciando horas
que al crecer fueron huecos
huecos llenos de sombra.


silvia martínez coronel
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