Los ojos de mi niña tienen manos
te atrapan y te dejan preso en su universo
salir de ellos una vez te vieron
es desafío, o torpeza, o como dijera Hamlet:
“lo demás es silencio”
Los ojos de mi niña tienen pies
caminan por dentro de uno y dejan huellas
te inundan de su hermosura plena, interminable
con recovecos, pasadizos, fuegos, soledades
los ojos de mi niña son mi madre, ellos me guían
por los caminos diversos de la porfía
por saberse en el milagro cotidiano
de la vida.
Los ojos de mi niña, ay! que nadie nunca los aparte de los míos
que su intensidad me quita el frío
que sin ellos me faltaría el mar
el agua toda
pues en ellos bebo el día, la riqueza, la poesía
me baño cada noche
que esos ojos me han parido
me sumergen y no quiero salir
y además no puedo
porque sus ojos tienen sed de mí
como yo de ellos
y juntos hacemos una ronda sin nombre
infinita
sólo nuestra
tejida cada punto con amor, con silencio, con…
los dioses todos…
los ojos de mi niña son escaleras
trampolines
certeza
la única que tengo
de que existe
la belleza.
Silvia Martínez Coronel
derechos registrados.
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