pasan por el rictus de mi boca todos los desencantos
ya no es azul el cielo y yo vago por un mundo sin bolígrafo para contar lo que no canto
me quito los zapatos y miro mis pies como a peces fuera del agua y no hay remiendo para mi corazón ni celada para mi cabeza
ay sin Rocinante! la vida ocurre como una broma absurda que me deja en la mitad del camino del viento que sopla en contra
no me digan que pasará nada pasa sin llevarlo a uno hecho trizas dentro de la carta hacia la desmúsica
no me digan que me aleje o que me acerque todo es como debe ser aunque ese deber sea un cráter inmedible
mi boca calla todos los sueños mientras me arrastro por el cieno con los grilletes de tu nombre.

Silvia Martínez Coronel/derechos registrados
Imagen:”Mujer acurrucada” de Picaso